Restauración de la historia

Por todo Martina, la rosa número trece hay las creaciones de la autora, Ángeles López, y la historia de las fuentes primarias y del testimonio de Paloma. En efecto, Ángeles López da voz y alma a una historia que, probablemente, sería como muchas otras historias de la época de Franco inmediatamente después de la guerra civil. La mezcla de “la realidad” y la historia personal de Martina en la novela efectivamente conecta el lector con una historia que existe por la familia de Martina y pocos documentos del gobierno. En particular, los pensamientos de Martina durante la tortura y cautividad en los manos de las fascistas. En una sección por la autora, Martina dice “Y Martina desabrochó la certeza de todas sus dudas. Él tenía la llave que abría la puerta. Él había roto, con su boca infectada de nombres que no le pertenecían y afanes que no eran suyos…” (López 180).  Es imposible si Martina pensó exactamente en estas cosas, aunque la autora da voz a una historia que no tiene ningún tipo de voz. Este concepto conviene con la concepción de la memoria perdida de la época de Franco. Nadia sabe cuántas historias ha pérdidas de tiempo de una represión de intelectualidad y oposición contra el gobierno. Por eso, Martina, la rosa número trece funciona como la restauración de arte anciano. Nadie sabe exactamente como la parece, aunque la obra nueva, aproximadamente, evoca los mismos sentimientos y reacciones que la original podría evocar.

El significado del silencio

Después de leer la novela, estaba pensando en los temas que encontramos en toda la trama y pienso que el silencio tiene un papel muy importante en esta novela. Por ejemplo, en capitulo 14, la autora utiliza la voz de Paloma para describir el efecto de rompiendo el silencio sobre las trece rosas, especialmente su tía abuela, Martina. Específicamente en esta parte, la autora muestra el efecto del silencio y obliga al lector a confrontar las consecuencias del tratamiento, el abuso, y el olvido de esas mujeres y también, ella reconoce y nota la realidad de todo lo que se perdió. Para evitar dolor y medio, la familiar refiere a Martina como “la otra”, y no usa su nombre, revelando que es algo que personas piensan que necesitan olvidar. Sin embargo, la voz de Paloma permite al lector a ver y experimentar la perdida de Martina. Podemos ver extremadamente lo que estaba perdida: su futuro, su . Tambien habla sobre los similitudes entre si mismas y esa funciona para mostrarnos a acercarnos a la realidad de lo que pasó con Martina: ella era como nosotros: ella tenía sueños, una familia, esperanza, un futuro, amor. Y la autora nos urge que no podemos olvidar esta verdad. Es nuestro deber recordar y romper el silencio.

Sin embargo, en el capítulo que viene es muy interesante notar que durante esta parte, el silencio funciona en una manera positiva en vez de negativa. El silencio que encontramos en la vida de Martina era un modo de sobrevivir y tener su propia manera de controlar y escoger lo que pasaba en su vida. Su respuesta al abuso fue su propia elección y en ese sentido, el silencio era una declaración y forma de resistencia. Por ejemplo, cuando ella habla con su hermana, ella eligió a borrar esa interacción de su memoria para sobrevivir. Además, la autora usa una metáfora para enfatizar el silencio como manera de tomar agencia. Muchas veces se refiere a sus acciones “como los de un lémur”, lo cual es importante porque “lémur” significa espíritus de la muerte y son conocidos por su silencio y sigilo en movimiento para sobrevivir. Esa comparación enfatiza su fuerza como mujer y como ella usa lo que normalmente se ve como una debilidad para su ventaja.

El pasado y el presente

Después de terminar la novela, es clara por mi que un aspecto muy única de esta novela es el intercambio entre dos versiones diferentes de la narrativa. La conexión entre el pasado y el presente es una relación clave en el entendimiento del efecto continuo de la guerra a través de generaciones. Este enlace está demostrado por los dos versiones de la narrativa de Martina en la novela Martina, la rosa número trece, por Ángeles López. El papel de Paloma es descubrir la historia de su tía abuela, Martina, y da la voz a la opresión olvidado que ocurrió durante la guerra civil. Paloma conecta sí misma con sus antepasados en su “proceso de inmersión” (p. 187). Paloma conducta esta investigación para “acumul[ar] palabras escritas” (p. 186) en una misión de entender. También, la conexión entre la literatura verdadero es un enlace al mundo real, y da el contexto a la gravedad de la guerra. Paloma usa las obras y los autores influénciales como una manera de entender. Para mi, la referencia de La voz dormida es un aspecto en el plan de Paloma para “buscar y encontrar” (p. 187), porque esta historia explora el efecto del encarcelamiento de las mujeres durante la guerra. La situación de la protagonista, Tensi, se parece la historia de Martina en algunas maneras.

Además de la vista retrospectiva de Paloma, nos vemos la perspectiva de la historia de Martina en el contexto histórico, en el año 1939. El estilo de la narrativa es muy única porque Paloma está presente en todo de la novela. Ella inserta sus comentarios por paréntesis, como una manera de dar contexto a la situación. En la narrativa histórica, vemos más detalles y descripciones sobre los eventos específicos, especialmente en relación al abuso y tortura de Martina durante su encarcelamiento. La perspectiva presente es más sobre encontrar los hechos, establecer la conexión entre las dos mujeres, y dar razón y valor al estudio del pasado. Paloma está viviendo por el descubrimiento del pasado de Martina. Siente los emociones, el dolor, y la tristeza, pero, en el mismo tiempo, tiene la coraje para exponer las violaciones tremendas de la guerra.

Sintetizador de la memoria

Al leer las publicaciones de mis colegas, he llegado a la conclusión de que pensábamos que el tema más importante de este lectura era la memoria. Como sintetizador de estos posts, he encontrado que dentro de “Martine, la rosa número trece” las memorias son silenciados, perdidos, transmitidos, y más.

En cuanto a los recuerdos silenciados, es evidente que las trece rosas y las voces de otras mujeres nunca fueron oídas y por lo tanto nunca se recordaron. Debido a esto, fueron despojados de su derecho humano a ejercer la libertad de expresión. Relacionando esto con una idea contemporánea, en el mundo moderno, a nivel internacional, las voces de las mujeres siguen sin ser escuchadas y desacreditadas. Por lo tanto, este libro se presenta como una forma de empoderamiento para las mujeres universalmente, mostrándoles que hablar y compartir su historia es vital.

Dentro de esta novela, era también extremadamente evidente que los recuerdos se perdieron. Nuestra clase discutió en gran medida la importancia de la ropa y cómo el lavado constante de ropa permitió que los recuerdos se perdieran. Una vez que la sangre fue blanqueada y eliminada de la ropa de las mujeres torturadas, era como si estos recuerdos se borraran instantáneamente o se ignoraran.

Además, este libro posee elementos de recuerdos que fueron grabados y transmitidos para futuras generaciones. Me parece que este elemento de la memoria es el más importante, porque la evidencia puede ser tangible o intangible. Paloma, por ejemplo, recibió recuerdos materiales y orales de su familia: un par de zapatos y las historias de su abuela.

Como fue testigo dentro de esta novela testimonial, la memoria sirve como una fuerza binaria, proporcionando vida con anécdotas nocivas o útiles. Sin embargo, independientemente de que los recuerdos sean perjudiciales o beneficiosos en un momento dado, deben ser preservados y recordados para el futuro de la vida humana.

Respuesta: La memoria en “Martina, la rosa número trece”

La memoria es un aspecto vital de este libro. La memoria sirve como una reclamación de las voces olvidadas de Martina, las treces rosas, y su familia. Murieron ellos debido a ideología durante la Guerra Civil, y la victoria de la dictadura hundió la memoria de ellos. Su historia resurgió un año por Ángeles López un años antes de la adopción de La Ley de Memoria Histórica en 2007.

Hay aspectos de la importancia de la memoria dentro de la narrativa de Martina. Su hermano Luis refleja la trayectoria de la guerra en cuanto a su militar. Así López, Martina no tiene documentos firmes para entender la historia de Luis—está dependiente de las palabras de otras personas sobre su travesía durante la guerra. Martina también experimenta el cambio de memoria de la cultura española. Los valores izquierdistas de los años tempranos de la Segunda República se vuelven rechazados por los valores fascistas. En una escena, Martina tiene que esconder los libros de escritores izquierdistas como Pablo Neruda y Miguel Hernández bajo el colchón. Además, el fascismo toca la cultura de clase: la tortura que sufrió Martina aconteció en una vecindad noble y rica. La memoria de esos aspectos de la cultura es lo mismo pero también es totalmente transformada para Martina en el “presente” y para los académicos y escritores como López.

Es importante pensar cómo cambia tiempo la historia. Este libro se considera novela porque López escribe una fusión de historia y ficción. López y las parientes (es importante considerar que las personas que ayudaron a López con este proyecto son todas mujeres) tienen que compensar por recuerdos de Martina y los “personajes” que no existen hoy. No hay documentos escritos que preservaron la vida de Martina, como dijo Kelly, salvo las zapatillas. Kelly escribió sobre la importancia de los recuerdos orales. Es verdad—la memoria de Martina vivió por la narración oral. Sin duda, la historia de Martina está tocada con las voces y perspectivas de personas que no vivieron su vida—por eso, la memoria de Martina se vuelve una restauración colectiva.

Respuesta para: La poesía en Martina, la rosa número trece

Estoy de acuerdo con Brooke.  Hay mucha poesía en esta novela.  Pienso que la poesía agrega y complementa el aspecto histórica de este libro  porque la poesía suele ser descriptiva de la situación y es una manera para el autor de expresa sus sentimientos.  También, es una manera de incorporar al lector en la historia porque el lector puede relacionar más a la historia con los descriptores y los sentimientos de las situaciones.

Por ejemplo, Martina fervientemente y diligentemente repite, “Resistir es vencer. Resistir es vencer. Resistir es vencer” (99).  Esta cita ilustra el hecho que Martina es una mujer muy fuerte con ideología muy distinta.  Es un yuxtaposición de sufrimiento y sobrevivencia porque es duro de sobrevivir en estas condiciones pero Martina tiene la voluntad de vivir y hacer cosas muy buenas y nobles en estas condiciones.  Además, ella está tratando de recrear su identidad porque es posible que ella se siente un poco perdida y tiene que recordar lo que, en última instancia,  está luchando para. Esta es su forma de hacerlo.  El acto de repetición también es su manera de recordar porque ella está constantemente pensando este este fuerte frase.    Evoca un sentido fuerte también porque está describiendo distintos conceptos e ideas.

Un ejemplo de una descripción es “Anita, tan guapa, tan cara de ángel” (165).  Martina está describiendo su amiga, Anita.  Esta descripción funciona como una manera de recordar su amiga en un tiempo muy duro.  También, ella asocia a su amiga un ser positivo y luminoso.  Esto es un contraste de las condiciones oscuros en el cárcel y España.  Además, el lector puede imaginar Anita como un ángel.

Hay mucho más ejemplos de descripciones y sentimientos poéticas.  Estas frases funciona como una manera de imaginar e relacionar a personas en este época porque evoca imágenes  y conceptos fuertes e relevantes.  Ayudan en describir la historia.

El significado del Titulo en “Martina, la rosa número trece”

La imagen de la rosa primero aparece cuando Lolita ve el fantasma o la imagen de Martina que para este punto ya está muerta. En la página 30 dice “y lleva una preciosa enagua rosa, mamá, ¡no sabes lo bonita que es!… con una puntilla de encaje color barquillo, como los que llevan las de alta costura.” Sabemos de la información que recibimos de Martina sobre las próximas páginas que ella era todo menos de alta costura y delicada. Era una mujer “con capacidad de autocrítica, con necesidad de limar ángulos y severidades.” (pg. 35) Era una mujer muy independiente con sus propios intereses e ideas muy establecidas a la joven edad de veintidós años. Es una mujer alta pero lo más impactante es la “cantidad de pecas que transportaba Martina en el rostro. La cara como la cera. El único rasgo visible de su pavor.” (pg. 37) Por el título podemos ver que la rosa número trece va a ser Martina, pero el número trece aparece en lugares como la página 36, hablando de un cuento de muertes. Esto puede ser conectado al detalle inevitable que sabemos que Martina a un punto va a morir. Lo interesante es la imagen de la Rosa, que generalmente es un símbolo para la belleza o el romance. No parece mucho Martina hasta que pensamos que la Rosa también tiene espinas. Las espinas son partes que dejan impresión en una flor tan hermosa, tal como las pecas de Martina. Es interesante el uso de la palabra “pavor” porque las pecas son muy visibles, pero generalmente no están atadas con una emoción tan fuerte. La imagen de una rosa resiliente y fuerte es más parecida a Martina que vemos después su refuto a confesar y comulgar y su falta de desesperación a su propia muerte eminente.

La historia y memoria en “Martina, la rosa número trece”

El libro “Martina, la rosa número trece” presenta un cuento sobre la ejecución de trece mujeres, unas de la era la tía de Paloma, una protagonista. La distancia entre la historia y la memoria es un tema evidente a través los capítulos iniciales en este libro. Con su hallazgo del pasado de Martina, Paloma trata descubrir los eventos que ocurre a su tía. La diferencia entre la ejecución de Martina y los esfuerzos de Paloma es sesenta y cinco años. Un problema con este espacio en el tiempo de los eventos es que hay la posibilidad de manipulación de los recuentos y que ocurrió realmente.

Los lectores inicialmente ven la posibilidad de una discrepancia entre la historia y las memorias cuando Paloma dice, “soy alérgica a las cosas difíciles de evitar; incluso a los recuerdos que no puedo admitir” (44). Esta frase representa los problemas con los cuentos que son formados por muchos recuerdos. Pienso que esta frase es muy poderosa porque recoge el hecho que probablemente hay algunas partes del cuento que no son verdades. También es importante nota que Paloma colecciona información durante una época en que el reinado de Franco es despreciado.

Por esta razón mucha información puede ser prejuicio contra Franco y su poder especialmente porque la familia de Paloma estaba afectada directamente. Es importante cuando lee esta novela para saber la diferencia entre la historia y las memorias porque existe una mezcla con las dos.

La poesía en Martina, la rosa número trece

Desde el principio de la novela, puede encontrar la visión poética de esta novela. Me di cuenta en el primer capítulo que Ángeles López puso mucho esfuerzo en creando una historia que demuestra la belleza en la lucha de sus protagonistas. Quiero subrayar algunas frases que me hizo volver a leerlos unos tres veces para comprenderlos en su totalidad.
Primero, la descripción de la fantasma de Martina que aparece en la vista de la niña Lolita; “Su sola presencia era como un depredador que muriera oscuridad para ganar luz” (28). La agresividad de esta representación de un producto de la imaginación da validez a la realidad de su presencia. Aunque sabemos que solo es una fantasma, puede casi verla iluminado por su propia luz.

La segunda descripción de Martina que me parece muy fuerte y poética fue “Martina amaba la vida como sólo la ama quien está a punto de perderla” (39). Hay varios dichos como “vive como es su última día” o “no agradeces algo hasta que ya no la tiene”, pero estos no capturan la emoción la cita de la novela. Una razón para el impacto de la oración es que la autora nos decimos muy temprano que, en esa historia, las trece mujeres mueren. Podemos ver y compadecerse de Martina, porque sabemos la crueldad y tristeza de una muerte prematuro de una mujer que vivía con pasión.

Estos son solamente dos ejemplos de muchas que exponen el uso de la poesía para crear una Martina que hace honor a su memoria.

La oscuridad y la luz en “Martina, la rosa número trece”

El uso de la luz y la oscuridad en los primeros capítulos de Martina, la rosa número trece por Ángeles López ilustra el sufrimiento y la falta de esperanza de las mujeres. En el primer capítulo, López se dice que la sola presencia de la niña de la enagua “era como un depredador que mordiera oscuridad para generar la luz” (28-9). La imagen de esta declaración no es tentadora, pero da miedo a las víctimas y a los lectores. Sin embargo, la descripción de esta escena es importante para introducir a los siguientes momentos de la historia. En el momento en que Encarna y Martina se despiden, López describe la escena como “el abrazo más negro y oscuro del mundo” (42). La oscuridad representa la tristeza, el fin y la muerte. También, simboliza la falta de esperanza de Martina. La instancia del abrazo oscuro es la materialización de la idea que ella va a morir por la ejecución de la dictadura de Francisco Franco.

Para Martina, la oscuridad simboliza la opresión del poder franquista. La comparación de la presencia de la niña de enagua con el abrazo de Martina y Encarna es interesante para entender el control opresiva que la dictadura tenía sobre las personas contra Franco. Era difícil para participar en la resistencia de las ejecuciones y la tortura de los inocentes porque las consecuencias también incluían estas acciones terribles. Hemos visto esta dificultad de resistir la opresión en la película La voz dormida. Las descripciones de las escenas y la oscuridad contra la luz en Martina, la rosa número trece también muestran el sufrimiento.