Las fotos de Zun Lee comentan sobre las familias afroamericanas y como hay un amor paternal fuerte. Sus fotos son escenas muy bonitas con los niños en los brazos del padre. Hay fotos con muchas sonrisas mientras los padres y hijos juegan. Es un cuento muy bonito que sirve a combatir la representación del padre ausente que se asocia con la comunidad afroamericana. Pero la cosa es la representación de Zun Lee es tan selectiva a la comunidad afroamericana como la representación de padre ausente. No es decir que esta representación de amor paternal no es vital a comprender la cultura de pobres afroamericanos porque, sí, hay amor paternal muy fuerte en muchas familias afroamericanas. Pero para entender el cuento completo, es necesario reconocer lo que dice Susan Sontag: “the work that photographers do is no generic expression of the usually shady commerce between art and truth”.
Por ejemplo, en la obra de Junot Díaz “Fiesta 1980”, él describe las relaciones de su familia dominicana en los Estados Unidos. Habla sobre una escena con su padre donde ellos conducirían alrededor de la ciudad para que Junot pueda familiarizarse con su caro y no vomitar. Su padre le preguntaría mucho si esta bien con un tono de compasión. Si un fotógrafo tomó una foto de esta escena, pensaríamos que se va bien entre los dos—que su padre le ama mucho y es cariñoso. Sin embargo, esa foto sería una gran distorsión de la verdad. Como podemos rectificar esa foto con el abuso constante del padre y esa línea que siento que resuma la relación: “I still wanted him to love me, something that never seemed strange or contridictory until years later when he was out of our lives.”