Esta obra empieza con un encuentro entre dos entre una pareja rota. El ambiente tiene un ambiente con mucha tensión desde el principio del cuento. El hombre, Gonzalo, decidió ir al apartamento de Marta para tomar su perro “Nunca” de ella. Ella le sugirió que no lo pertenecía a él y que ella realmente era la dueña. Siguen discutiendo hasta la conversación se vuelve muy personal. Marta habla de un sueño que tenía en el que Gonzalo se convirtió en araña. Mientras continúa la conversación, Gonzalo sigue cambiando de actitud. En un momento, se preocupa de su ex y su bienestar, y en el otro le grita y le maldice por robando su perro. Ella decide decirle una mentira que lo había llevado a la perrera, quizás para dañar a Gonzalo emocionalmente. Parece que funciona y él sale de la escena afligido después de que Marta afirma que él realmente se convirtió en la araña despreciable de sus sueños. Al final, se revela que todo eso era mentira y que ella tenía el perro oculto dentro de una caja.
Mientras, leía este cuento, noté que era muy característico de las obras de Pedrero. Se trata de las relaciones y las dinámicas entre parejas y tenía un argumento progresivo. En el tiempo cuando esta obra fue escrita, el estereotipo de la mujer débil y sumiso era todavía muy prominente, pero este drama muestra algo muy diferente: una mujer fuerte e inteligente que tiene poder y control en contraposición a un hombre.