La vida de Garcilaso de la Vega tiene un ejemplo de amor ilícito. Cuando él estaba madurando en Toledo, estaba enamorado con una dama portuguesa llamada Isabel. Desafortunadamente, ella no se reciprocaba este amor. Ella casó con otro hombre tres años después y esta lujuria continuaba en Vega hasta su muerte en batalla.
En Soneto IV este amor para Isabel es evidente en la manera que él describió su amor en el primer estrofa. Explica la turbulencia de sus emociones que siempre termina en una condición mala sin confianza. La segunda estrofa habla sobre su corazón en la tercera persona como una persona que sufre de mucho. Parece que él estaba dando consejos a su corazón cuando dice “Esfuerza en la miseria de tu estado; que tras fortuna suele haber bonanza” (línea 6-7). Se dice para mejorar la oportunidad de tener una vida mejor después del sufrimiento que aguanta en ese momento.
Es muy conmovedora ser la mujer que Vega ama en el poema. Los dos finales estrofas hablan mucho de esta lujuria para Isabela. Habla sobre acciones que non son posibles que describe su amor para ella. Su amor para ella es muy fuerte y aunque ella esta casada o embarazada, su amor no morirá. No hay nada que puede parar su amor aparte de la muerte en la batalla que al final termina su vida.