Esta historia comienza con un hombre conduciendo una motocicleta a través de una ciudad sin nombre. Está disfrutando de su tiempo cuando él chocó su motocicleta en un intento por evitar golpear a la mujer que estaba cruzando la calle. La historia continúa con extrema atención al detalle. Todos sus sentidos después del choque se intensificaron. Sus experiencias se describen de manera realista, lo que lo hace extraño cuando más tarde descubrimos que está soñando desde un tiempo en el pasado. Después de que él cae inconsciente, somos transferidos a otra línea de la historia. En lugar de estar en una mesa de operaciones, es un hombre Moteca que está siendo sacrificado por aztecas.
Esta obra sigue una manera similar al estilo de escritura típico de Julio Cortázar. Él es conocido por romper el tiempo cronólogico, mezclar realidad y fantasía y emplear el uso de los sueños. También, y más relevante para esta historia, emplea el uso de la tragedia. En lugar de estar en un hospital como un héroe por no matar a una mujer, los aztecas lo mataron brutalmente. La parte más preocupante de esta historia es la precisión de su sueño con la sociedad moderna. La precisión retrasa la reacción del lector ante la realidad de lo que está ocurriendo. Al mismo tiempo, plantea cuestiones sobre realidades paralelas, y también cómo el protagonista podría ser tan preciso en un sueño.