Las moralejas y el fe

En San Manuel Bueno, mártir, Miguel de Unamuno explora los temas de moralejas y el fe/la religion.  Unamuno quiere mostrar que una persona pueda ser buena, generosa y devota a sus vecinos, aunque no cree en Dios.  Unamuno también utiliza San Manuel, el sacerdote ateo, para ofrecer una critica de la practica de la religion que no sirve la gente porque él es contrastado con los religiosos académicos y San Manuel parte de enseñanzas tradiciones de la iglesia.  Por ejemplo, él no condena el víctima de suicida y dice que “…en el último momento, en el segundo de la agonía, se arrepintió” (linea 197) y también habla de la importancia de la vida en tierra y no ve la vida terrenal como un paso a la ‘vida celestial.’  Manuel no “declama[] contra impíos, masones, liberales o herejes” pero “contra la mala lengua” (linea 151).  En un sentido, es honesto sobre sus prioridades y creencias que influyen la vida cotidiana y ayuda su pueblo.  Pero el ordena a Lazaro a mentir a su madre para que darle paz en su último momento.  Este es un ejemplo de toda la vida de San Manuel; miente, pero solo para ayudar y servir otros.

Mi objeción a lo que hace San Manuel es que reforzarse la idea de que quiere escapar: que las personas buenas son religiosas, y que esta idea duele otros ateos.  Entiendo que San Manuel necesita mentir para obtener su posición en el pueblo, pero no es necesariamente una ‘mentira blanca’ ; imagino que la gente religiosa en su pueblo quienes confiaba en él y confesaba a él sentirían traicionados.

Hasta ahora, no sé porque el título es San Manuel Bueno, mártirEspero que no sea matado.

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