Kelsey Chase, 12 de noviembre, clase 10, grado 01

En nuestro paseo al colegio, Rachael y yo decidimos combinar el primero y el segundo lección, porque nuestros niños no tenían clase para las dos semanas pasadas y estaban muy cansados la última clase. Pues, empezamos con un repaso de los partes del cuerpo en la presentación. Utilizamos preguntas durante la presentación para prestar atención a los estudiantes, pero creo que esas presentaciones son un poco difíciles para la mente de un estudiante de seis o siete años para comprender. Después, hicimos la canción de “Cabeza, hombros, rodillas, y pies” porque los estudiantes necesitan moverse. Esa era una buena transición al libro “El Ratón Perez”. Aunque no tuvimos el libro “El Ratón Perez”, buscamos un video donde una profesora lee el libro. La profesora era una lectora muy efectiva y los estudiantes prestaban atención. Aunque es preferible que nosotros leemos el libro, esa experiencia me enseña que es posible a hacer los que quieres hacer a pesar de que no tenemos todos los materiales; si pensamos de un modo creativo, podemos resolver problemas. Hablamos un poquito sobre el libro y su contexto cultural, pero creo que podría haber sido más efectivo si hemos preparado preguntas culturales. Mis otros profesores en mi grupo dijeron que la actividad de dibujar en grupo era difícil porque los estudiantes luchan sobre el trabajo de cada persona, pues, modificamos la actividad y asignamos un parte para dibujar a cada estudiante. Esa actividad era muy divertida para los estudiantes y revelar dos momentos preciosos: una estudiante era visitando de un otro clase y no tenía ninguno de sus herramientas, pero tan pronto como él dijo eso, todos los estudiantes en su grupo dona algo a él; el otro momento era cuando un grupo solo hay tres personas pero la actividad necesita cuatro, ellos dicen “No dibujamos un nariz, porque no sería justo si alguien dibuja dos veces”. Para mí, era increíble que esos niñxs de seis o siete años pudieran resolver problemas de una manera tan madura. Después, hicimos una jugada rápida de “Simón Dice” y nuestra canción de adiós.