Luke Mitchell, Clase 6, Kindergarten, 10/13/21

Mi clase de español fue una mezcla de buenos y malos. Comenzamos la clase con una revisión de los números y practicamos contar hasta diez con los dedos. Algo de la clase se sintió un poco raro, y en este punto me di cuenta de que nos habíamos olvidado de cantar la primera canción. Este cambio accidental en la estructura cambió el estado de ánimo de la clase más de lo que había pensado. Por lo tanto, cantamos la canción y la clase parecía estar más relajada y lista para la lección. Mostramos la presentación de diapositivas para las partes del cuerpo y repitieron las palabras en la pizarra. A continuación, mostramos el video de “cabezas, hombros, rodillas y pies”, y cantaron y bailaron junto con el video. Finalmente, jugamos Simon dice durante unos cinco minutos antes de que fue el momento de cantar la canción de adiós. Este juego no fue tan divertido o exitoso como quería y los niños no entendieron las reglas. Pasamos mucho tiempo explicando las reglas y tuvimos muy poco tiempo para jugar el juego. Para mi próxima clase, creo que deberíamos elegir un juego o actividad que sea aún más simple de Simon dice. También creo que deberíamos incluir más canciones y bailes porque esto fue muy efectivo para mis hijos hoy. Finalmente, recordaré comenzar y terminar con las canciones. Antes de la clase de hoy, no pensé que las canciones eran muy importantes; sin embargo, ahora entiendo que las canciones son una manera muy importante de estructurar la clase y sirven como una señal para los niños que la clase está comenzando y terminando. En general, pensé que esta no era una clase excelente o horrible, pero que había algunas partes excelentes de la clase y partes en las que nosotros, como maestros, podemos mejorar.