Respuesta para: La poesía en Martina, la rosa número trece

Estoy de acuerdo con Brooke.  Hay mucha poesía en esta novela.  Pienso que la poesía agrega y complementa el aspecto histórica de este libro  porque la poesía suele ser descriptiva de la situación y es una manera para el autor de expresa sus sentimientos.  También, es una manera de incorporar al lector en la historia porque el lector puede relacionar más a la historia con los descriptores y los sentimientos de las situaciones.

Por ejemplo, Martina fervientemente y diligentemente repite, “Resistir es vencer. Resistir es vencer. Resistir es vencer” (99).  Esta cita ilustra el hecho que Martina es una mujer muy fuerte con ideología muy distinta.  Es un yuxtaposición de sufrimiento y sobrevivencia porque es duro de sobrevivir en estas condiciones pero Martina tiene la voluntad de vivir y hacer cosas muy buenas y nobles en estas condiciones.  Además, ella está tratando de recrear su identidad porque es posible que ella se siente un poco perdida y tiene que recordar lo que, en última instancia,  está luchando para. Esta es su forma de hacerlo.  El acto de repetición también es su manera de recordar porque ella está constantemente pensando este este fuerte frase.    Evoca un sentido fuerte también porque está describiendo distintos conceptos e ideas.

Un ejemplo de una descripción es “Anita, tan guapa, tan cara de ángel” (165).  Martina está describiendo su amiga, Anita.  Esta descripción funciona como una manera de recordar su amiga en un tiempo muy duro.  También, ella asocia a su amiga un ser positivo y luminoso.  Esto es un contraste de las condiciones oscuros en el cárcel y España.  Además, el lector puede imaginar Anita como un ángel.

Hay mucho más ejemplos de descripciones y sentimientos poéticas.  Estas frases funciona como una manera de imaginar e relacionar a personas en este época porque evoca imágenes  y conceptos fuertes e relevantes.  Ayudan en describir la historia.

Moderna Bernarda

La Casa de Bernarda Alba por Federico García Lorca tienen muchas temas y símbolos fuertes: los blanco paredes de la casa, el poder casi absoluto sobre sus hijas y la casa, el papel activa de Bernarda, y el pequeño rol de la mujer en esta casa.  Todos estos símbolos y temas tienen un hilo de común: Bernarda Alba, la dictadura.  Y todos estos temas implican control y poder a un grado de Bernarda y sus un poco de poder de sus hijas.  También, hay reglas y cosas estrictas.  Bernarda tiene su idea de cómo deberían ser las vidas de sus hijas, y ella hace todo en su poder para cumplir esta imagen.

Hoy en los Estados Unidos, Bernarda encajaría un modelo de una madre helicóptero porque ella es muy estricta y una controladora.  El equivalente de las paredes blancas sería la moderna ella censurando a lo que su hija se permitiría poner en las paredes de su dormitorio.  Esta es una forma física para ella para mostrar su control en un contexto moderno.  También, moderna Bernarda tendría una voz fuerte en la casa, y se siente la necesidad de dar permiso para que su hija pueda hacer algo o ir a cualquier lugar.  Bernarda moderna habría esto por la preocupación de su hija, pero su hija probablemente se sentiría muy atrapada porque ella no tendría ninguna libertad.  Cosas malas pueden pasar en esta casa moderna al igual que sucedieron en la casa vieja.  Esta es una versión de moderna Bernarda hoy en los Estados Unidos.

El rol del abuso y control de Quimet en La Plaza del Diamante

Como en el libro Algún Amor que no Mate por Dulce Chacón, hay un marido que abusa y controla excesivamente su esposa en el libro La Plaza del Diamante por Mercè Rodoreda.  Este hombre es Quimet, el esposo que quiere poder. Quimet siempre  ha tenido una naturaleza muy violenta y abusiva.  Lamentablemente, Natalia, su esposa, no puede notar su carácter abusivo hasta después de que ella se casa con él.  Después de que son casados, Natalia es perfectamente consciente de su abuso especialmente en su dormitorio.  Por ejemplo, una vez Natalia dije, “[c]uando intentaba salir me daba un golpe en la cabeza” (Rodoreda 46).  Este instancia ilustra la violencia de Quimet y el hecho que él está en control.  Quimet tiene una tendencia a ser violento en espacios privados como su dormitorio.  También, Quimet le gusta el poder y el poder que viene con la violencia.

Además de violencia física, Quimet está obsesionado con la apariencia de su esposa.  Por ejemplo, un vez Natalia tenía un sangrienta nariz en un restaurante.  Y “[c]uando volví a Quimet tenía los labios apretados y la nariz morada de rabia, a la hora de la propina vas a ver” (Rodoreda 48).   Esto ejemplo ilustra que Quimet se enorgullece de la apariencia física de su esposa.  No le gusta cuando su aparición está manchado por la sangre porque puede reflejar mal de él, o puede parecer como él físicamente abusaba de ella, que esta vez no es el caso.  También, preocupándose tanto por su aspecto, Quimet demuestra que disfruta de controlar aspectos múltiples de la vida de Natalia. Quimet quiere que el mundo sepa que tiene una bella esposa y está en un buen lugar en la sociedad, pero él finalmente se preocupa por las apariencias y las ilusiones demasiado.  Quimet es un hombre que lucha por el poder y la dominación, especialmente sobre la esposa. Él hace lo que quiera y vive la vida al máximo