El tema de la importancia de la memoria es muy aparente en la novel. Muchas de las rosas, cuando están esperando para su muerte, confiesan a crímenes que no cometieron simplemente para poder escribir una carta a sus familias y “dejar un testamento de tinta y papel” (40). Asegurar que alguien las recuerda es su último acto de la vida, y un acto de control para ellas. Aunque Martina no escribe una carta, también hace un esfuerzo para guardar su memoria: deja una zapatillas para las generaciones futuras de su familia. También transmite su mensaje oralmente a Encarna para que ella pueda pasarlo a su familia.
Paloma, como Martina, valora los recuerdos orales: “creo que la manera más sencilla de recordar las cosas…es contándolas” (44). Cuando ella encuentra a las zapatillas en el armario, por fin so madre la cuenta la historia de su tía-abuela. Para Paloma, este cuento es muy importante y ella empieza a buscar más información para poder recordar a Martina.
Otra tema relacionado a la memoria es la facilidad de que las personas pueden olvidar. Cuando Paloma se entera de como Martina se murió, ella ni siquiera sabe la historia de España durante los años posguerra, y dice, “no se puede fusilar a alguien por ser de izquierdas” (50). Los esfuerzos de Lolita, Manola, y Oliva para silenciar los detalles de la muerte de Martina han causado que su memoria ha muerto. Por eso, lo que Paloma hace para recordar a Martina es muy importante.