El papel de la mujer en La casa de Bernarda Alba

García Lorca ha escrito una obra sin personajes (que hablan) que son hombres. Sin embargo el trama de la obra tiene que ver con un hombre. Tres de las hijas de Bernarda Alba se enamoran con Pepe de Romano. Un solo hombre hace que estas hermanas se pelean entre ellas mismas. Este ejemplo muestra unos de los papeles de la mujer en España dentro de La casa de Bernarda Alba: la mujer existe como síntoma de un hombre. Las hijas de Bernarda Alba no hacen nada más que cosen y existen. Cuando llega Pepe a la historia, las muchachas tiene algo mas que hacer. Además ellas empiezan a dormir mal y causa una cadena de problemas en la casa de Bernarda.

Por otro ejemplo, el papel de la mujer se ve en como Bernarda trata y cuida a sus hijas. La hija más mayor casi tiene cuarenta años pero apenas ha hablado sola con un hombre por primera vez. Aquí vemos que para Bernarda la mujer debe de quedarse en casa hasta que este lista a casarse. Esto es raro porque la mamá de Bernarda vive con Bernarda y sus hijas. Así que Bernarda hasta trata a su mamá como una hija. María Josefa, su mamá, dice que tiene que escaparse.

Por la socialización, Bernarda tiene en su mente papeles específicos de la mujer. Estos papeles están mostrados en como Bernarda trata a sus hijas, su mamá, y en como las hijas tratan a ellas mismas.

2 thoughts on “El papel de la mujer en La casa de Bernarda Alba”

  1. Hay varios niveles de representación de las mujeres y su papel en la sociedad en el contexto del pueblo pequeño donde se ubica La casa de Bernarda Alba. García Lorca usa varios técnicos para ilustrar la complejidad de esta familia completamente femenina en una sociedad dominada por los hombres. Pero el personaje Bernarda funciona como la matriarca más poderosa, hasta que ella es casi al mismo nivel de un patriarca. Esta representación de la madre como opresora es la antítesis de las vidas sumisas de sus hijas. Mientras Bernarda mantiene sus hijas básicamente encarceladas, diciendo que tiene “cinco cadenas para vosotras” (171) sus hijas sufren una vida como mujer de segunda clase. Cuando habla del matrimonio y el papel de las mujeres como esposa de un hombre, Bernarda nunca sugiere que ellas también tendrían la misma poder en sus propias casas. Siempre predica cosas misóginas; “Las mujeres en la iglesia no deben de mirar más hombre que al oficiante, y ese porque tiene faldas” (124). Esta contradicción entre su estatus de mujer y su postura sobre los papeles de sus hijas invita preguntas sobre como Bernarda se comporta en la presencia de hombres. García Lorca no incluye hombres en el dialogo de la obra, entonces solo vemos los personajes sin el contexto masculino. Este perspectivo limitado a solo las mujeres del pueblo crea todavía otro nivel de la representación de la mujer. Ejemplifica la profundidad de las expectaciones de las mujeres en la sociedad porque ellas mismas, especialmente Bernarda, están de acuerdo con su papel como accesorio del hombre.

  2. Estoy de acuerdo con tu opinión sobre el papel de las mujeres en la novela. Conectado a ese idea, pienso que es muy interesante como la opresión de la mujer es evidente en las relaciones con Pepe de Romano. Como tú dices, tres de las hermanas están enamoradas con Pepe. Sin embargo, es clave que los lectores se dan cuenta que aunque ellas hablan sobre su amor para Pepe, el autor no revela muchas características de este hombre. Por ejemplo, solamente sabemos que Pepe es muy guapo y nada más. Este hecho nos dice que las hermanas están tan oprimidas que nada más allá de la superficie importa porque están recibiendo la atención que ellas anhelan. El papel de Pepe es doble: sirve para enfatizar la como la opresión de Bernarda ha influido las vidas de las hermanas y para reflejar como el apetito sexual y el deseo para una relación íntima domina sus elecciones.

    En términos de tu segundo ejemplo, como Bernarda actúa es de sumamente importancia porque refleja su creencia en la tradición y el papel tradicional de la mujer. En otras palabras, lo que ella hace, ella quiere que sus hijas hagan. A través de toda la obra, esto no cambia. Por ejemplo, podemos ver la continuación de su comportamiento claramente: en el principio su primera palabra fue “silencio!” y al fin fue “silencio” también a pesar de la muerte de su propia hija. La circularidad de sus palabras reflejan que la tradición y la apariencia (otro ejemplo- ella dice al final que su hija muerta fue “virgen” para preservar su imagen de pureza) importa más que nada, incluso sus deseos innatos. En su mente, es mejor está sola y con una reputación perfecta, y eso es lo que podemos inferir del predicamento de la hija mayor que nunca ha tenido relaciones con un hombre. Esto conecta con el primer punto; la situación de la hija mayor con un hombre que realmente no la amo es un resulto directo de su depravación en la casa de Bernarda.

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