La relación patriarcal en “Algun amor que no mate”

En el comienzo de la novela, el autor crea una escena en la que el lector entra en la vida de una mujer maltratada. Desde el principio, el lector se convierte en una gran discordia entre la mujer y su pareja. La dicción disonante de los amantes atraviesa los primeros capítulos; por ejemplo, cuando habla de la relación sexual que comparte con su pareja, el lenguaje es chirriante: “hace muchos años que no hago de amor”, o “en las siestas tenía que dedo” o “no tenía que decir si” cuando pregunte sobre si ella le había gustado el sexo. El uso “tener” que hacer algo refleja que la acción no es deseada sino una obligación. Esta realización yuxtapone el retrato “normal” de un par de amantes y la dicción evoca inmediatamente una percepción penetrante de que hay una falta completa de intimidad entre el par. Más allá de eso, sus palabras ponderadas revelan directamente la angustia severa y personal que ha experimentado como resultado de una relación patriarcal.
La realidad patriarcal de su relación queda aún más expuesta por algunos detalles que describen a su pareja; ella afirma específicamente que “los hombres necesitan saber que son muy hombres y hay que decirles que lo hacen muy bien”. Lo que no se dice aquí es tan importante como lo que se dice: sus palabras detallan los deseos y las necesidades del hombre, pero nunca dice lo que el necesita hacer para ella, indicando que sus necesidades, sus deseos y lo que él quería eran de mayor importancia que el estado mental o la salud de Prudencia. El papel de esta relación se extiende más allá del ámbito de satisfacer las necesidades del marido, ya que el narrador admite que Prudencia confesó que tiene un “precio que tenía que pagar” cuando ella se despierta cada mañana. Y de esta manera, la novela comienza a abordar los diferentes niveles de maltrato que Prudencia está sufriendo.

2 thoughts on “La relación patriarcal en “Algun amor que no mate””

  1. El tema de poder patriarcal se mantiene constante durante la primera parte de Algún amor que leemos. Es interesante que los papeles “tradicionales” todavía confina a la esposa en el siglo veintiuno, como mencionó la Profesora Kietrys cuando Daniel habló sobre el poder en el matrimonio de la novela. Es importante, como dijiste tú Kate, cómo se vive este poder patriarcal aún en el lenguaje que emplea el autor y usan los personajes. Aún la suegra de aprovecha el lenguaje patriarcal por despreciar a Prudencia y su “certamen” de atención que les da el esposo. La identidad de Prudencia está enredada de poder patriarcal, obvio otra vez en el lenguaje. Unos ejemplos en el texto representan la fuerza del esposo sobre Prudencia. Cuando Prudencia no plancha la camisa en tiempo, el esposo le hace Prudencia admitir que ella es una “descuidada,” como dijo Lalyz (40). Así mismo, menosprecia su persona por llamarla “nenita,” como dijo Daniel (50) – aunque es un término cariñoso, el contexto en que él lo usa indica desprecio. Prudencia vive en la sombre de su esposo, incluso a su suegra y suegro, como dijiste: los lectores no saben nada de su vida antes de su esposo, ni siquiera qué hace ella fuera de la casa y fuera del drama de la familia. Hay momentos en que Prudencia/la narrador justifican el abuso de su esposo, quizá una causa de la trauma de cada día con él. Como dijiste, su situación de matrimonio es “normal” para ellos: “los hombres necesitan saber que son muy hombres” (24) y “los hombres necesitan de mucho mimo y mucho cuidado” (40). Los roles de género excusan la realidad del abuso, la que sabemos Prudencia ha internalizado.

  2. El abuso de el poder limita el libre albedrio que siente Prudencia en la novela. Aunque la novela haya sido escrita hace varios años, es importante tener en cuenta que la historia que vive Prudencia todavía tiene relevancia en la sociedad. El abuso domestico sigue siendo un problema en las vidas de muchas mujeres. Aun con los recursos que se les ofrecen a las victimas de el abuso, en veces es muy difícil que ellas se puedan escapar de sus situaciones. Uno de los momentos que refleja la situación y el resultado de intentar de salirse de la situación es cuando prudencia le dice a su esposo que se ira. Su respuesta tiene correlación con la imagen que crea el sistema patriarcal. El poder que el tiene sobre ella tiene que ser decisivo el le dice que ella no puede irse y eso es final. Ella no tiene poder en esa decisión y en realidad no tiene libre albedrío porque su decisión no le importa a el esposo. El resultado de que Prudencia intento salirse de esa situación opresiva fue que el la golpeara. Eso era una de las formas por cuales el sentía que podía tomar el control. La violencia en una relación abusiva previene que la persona afectada se sienta libre de salirse de la relación. La violencia causa miedo y la perdida de el poder. Es muy difícil que una persona en una posición sumisa se sienta que tiene el suficiente valor. Como habíamos discutido en la clase.
    El Amor que resulto en el matrimonio de prudencia termino siendo su prisión. Ella estaba presa dentro de su propia casa y dentro de su propio cuerpo. Siento que por esa razón la narradora hablaba de si misma en tercera persona. Así ella se podía liberar de su cuerpo en pretender ser otra persona que no fue directamente afectada por la situación. Al crear una personalidad separada se libero de la prisión que fue su cuerpo, porque en realidad ella si estaba harta de la situación. Cuando prudencia intento de escapar físicamente no pudo porque el no la dejo físicamente, y el resultado fue que ella encontrara otra personalidad por la cual ella se podía escapar y intentar de sentir otro tipo de libertad.

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