Gustavo Bécquer era un poeta que, según su vida desafortunada, el amor sólo es una ilusión. Este tema es muy evidente en su poema, “Rima XI.” El poema usa la estructura de tres cuartetos con una rima ABAC en cada estrofa. Las estrofas son dividas con un verso soltero después de cada estrofa. Para transmitir su mensaje, la voz poética usa palabras populares al principio pero la tercera estrofa hay un cambio a palabras más complicadas con muchas metáforas. Las dos estrofas primeras representan las mujeres mundiales y normales. Estas mujeres tienen algunas cualidades deseables como “la pasión” en verso 2 or la belleza de “trenzas de oro” en verso 6. Bécquer usa pocos recursos en estas estrofas, como la personificación de una alma en verso 3 cuando escribe que “mi alma está llena.” También, hay una anáfora al final de las estrofas 1 y 2: “¿A mí me buscas?” y “¿A mí me llamas? en versos 4 y 9. La anáfora es evidente en la repetición de la frase “A mí me.” Creo que, además de la anáfora, hay más para analizar en estos versos. Es interesante que sólo las primeras dos estrofas concluyeran con esta pregunta y la estrofa final concluya con “no puedo amarte” (14). Es obvio que la estrofa final, que representa la mujer de “un sueño” (11), no va a dar la voz poética, un hombre, que quiere. Como el poema dice, “no puedo amarte.” En contraste, las estrofas primeras ofrecen una antítesis a esta idea con sus preguntas. Las preguntas son significantes porque sugieren que estas mujeres son dispuestas y aspirantes a amar este hombre. Si él dice “sí,” ellas pueden satisfacer sus deseos. Pero a pesar de eso, el hombre todavía dice “no” (5, 10).
El hombre en este poema, en mi opinión, es ignorante para anhela a una mujer que sabe es “imposible,” y “intangible” (11,13) cuando hay otras mujeres buenas donde el amor es possible. Como el poema de Sor Juana, “Hombres necios que acusáis,” aquí hay otro ejemplo de hombres insatisfechos. Es triste que los hombres del tiempo de Sor Juana, siglo XVII, fueran desilusionados de amor y insatisfechos y también los hombres del tiempo de Bécquer, siglo XIX, todavía fueran los mismos.
Bécquer, Gustavo Adolfo. “Rima XI.”