Miguel de Unamuno era un escritor de España durante el fin del siglo diecinueve hasta el siglo veinte. Unamuno enfrentaba muchas dificultades durante su vida, especialmente con la lucha política y confusión religiosa. El efecto de su sufrimiento con respeto a su fe es evidente en su obra “San Manuel Bueno, mártir” que fue escrito en el año 1931, en los últimos años de la vida de Unamuno.
“San Manuel Bueno, mártir” es una narrativa sobre un sacerdote católica de una aldea pequeña en España. Unamuno usa la técnica de crear una estructura distinta con su uso de voz. Unamuno captura la descripción de Don Manuel por la voz de Angela Carballino, un residente de la aldea y una mujer influenciada por el trabajo de Don Manuel. Por su conexión con Angela y su hermano, Lázaro, el secreto del sufrimiento interno de Don Manuel es expuesto. A pesar de sus hábitos generosos y sus hechos buenos para toda la comunidad, Don Manuel no tiene el fe. Este lucho moral, entre su papel en la comunidad y su conflicto mental, es una reflexión del conflicto religioso del autor, Unamuno.
Además, la referencia al lago y la montaña es recurrente por toda la historia. El lago representa muchos aspectos de Don Manuel, particularmente con la descripción de su voz: “la voz de Dona Manuel se zambullía, como un lago, en la del pueblo todo” (87). Este frase demuestra no solo la importancia del lago en la vida de Don Manuel, pero también su influencia sobre la aldea. El lago tiene mucho sentido para Don Manuel, es donde él puede encontrar soledad y también es reflejado en sí mismo.
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De Unamuno, Miguel. “San Manuel Bueno, mártir.”