Gabriela Mistral es una escritora Chilena que enseño de temprana edad y revoluciono el sistema educacional de México y después el de Chile. Sus obras son generalmente del amor apasionado, tierno y en el amor materno. Su poema “Yo tengo soledad” aparenta ser sobre el amor materno, uno tierno y lleno de esperanza pero no me parece ser así. El poema está lleno de contradicciones de desamparo y felicidad.
El poema comienza con “es la noche desamparo de las sierras hasta el mar. Pero yo la que te mece ¡yo no tengo soledad!” La primeras dos líneas hablan del sentimiento de desamparo esta noche, el sentimiento de estar abandonado o sin ayuda. Pero inmediatamente la voz del poema refuta sentirse igual todo el mundo, sintiéndose sin soledad porque es la persona que mece. El acto de mecer implica que la persona tiene un bebe y esto es lo que le está trayendo felicidad y previniendo que sienta soledad. Las dos otras estrofas tienen el mismo tipo de contraste, otra cosa que siente desamparo seguido por una refuta que la voz del poema se siente igual. Los ejemplos son un poco variados entre sí mismos porque los primeros dos son parte de la naturaleza como el cielo o la noche pero la última estrofa contiene el ejemplo más interesante. Dice “es el mundo desamparo y la carne triste va.” Esto parece implicar que el mundo ya es desamparo y que los humanos eventualmente morimos tristes en el mundo. Esto parece decir que la tristeza y soledad se van a sentir sobre todos los humanos. Pero otra vez la vos del poema refuta, diciendo que mientras tiene su bebe va estar feliz. Este poema parece ser altamente motivante y lleno de la esperanza que se encuentra en la maternidad, pero hay otra interpretación.
Si miramos a la vida personal de Gabriela Mistral podemos notar que primero su único novio y después su hijo adoptivo los dos cometieron suicidio. Si miramos estas mismas palabras con este lente, podemos ver que el poema es hasta más poderoso y fuerte. La voz poética proclama que mientras este con su bebe (hijo) no sentirá la soledad, pero que pasa si su bebe ya no existe. Entonces podemos ver que se sentirá desamparada y llena de soledad la voz poética y que comparte el destino triste del mundo y todos los humanos. Podemos interpretar ¡yo no tengo soledad! Como un lloro desesperado, tratando de olvidar lo que ha pasado y evitar la realidad. Las exclamaciones son hasta más fuertes por que revelan que tan fuerte quiere negar todo y no aceptar lo que le seguiría hasta la muerte. Si interpretamos el poema en esta vía, nos da una forma interesante de percibir el dolor de la pérdida de un hijo.
Fuentes: Mistral, Gabriela. “No tengo soledad”
Fiol-Matta, Licia. “A Queer Mother for the Nation: The state and Gabriela Mistral.” 2003
Imagen: http://img05.deviantart.net/caa6/i/2013/051/f/1/luz_y_sombra_by_nyph_atzbel-d5vnwld.png