La vida de Gustavo Adolfo Bécquer estaba plagada por dificultades con amor. Su esposa era infiel numerosos tiempos. Los dos poemas, Rima XI y Rima LIII muestran estas dificultades que él experimentaba. Parece que su poema refleja su incapacidad de encontrar una mujer “perfecta” en sus ojos.
La rima XI es sobre las diferentes mujeres. Cada estrofa enfoque en una mujer específicamente, usando la primera persona. La voz poética es la voz de las mujeres que el hombre está hablando con. Las primeras dos estrofas están sobre mujeres que el hombre no quiere para ser su amor. La voz dice,
“No: no es a ti.”
La última estrofa es sobre la mujer que el hombre desea. Pero ella no es real. Ella dice que,
“yo soy un sueño, un imposible, vano fantasma de niebla y luz…”
Pero esta es la mujer que el hombre quiere. Esta desconexión entre lo que el hombre quiere y lo que las posibilidades son, crea un tono de frustración y la decepción sobre el amor.
Bécquer usa muchas técnicas literarias para crear énfasis en sus puntos. Particularmente usa imaginería a través de usando las palabras en una forma que no es normal, como singularización. El diálogo también crea un efecto que enfoque en el antítesis que ocurre entre la mujer y el hombre. También el antítesis entre las palabras usadas en las primeras dos estrofas para describir las mujeres, y las palabras usadas en la última estrofa. Muchos de estas palabras están usadas en una metáfora, como “yo soy un sueño” o “”yo soy el símbolo de la pasión.” También el anáfora, con repetición de palabras como “yo” y “mi” ofrece una comparación entre las tres mujeres.