Es un poco irónico que la costura funciona como parte integral de la intriga igual que una técnica cinemática en el primer episodio de El Tiempo Entre Costuras. En el episodio, la personaje principal, Sira, experimenta una gran cambia de personalidad como resultado de sus relaciones íntimas con dos hombres muy diferentes. Al principio, Sira es una joven tímida y obediente a sus mayores, específicamente a su madre muy tradicional. Por todo el episodio, Sira madura a ser mujer, desarrollando, particularmente, en su sexualidad. La ropa en que ella se viste demuestra, simbólicamente, la ilustración de cambia que percibe la audiencia.
Cuando Sira se conoce a Ignacio, su primer amor del episodio, se viste en una vestida blanca con pelo simple y neto, y sin maquillaje. En esta escena la vemos pura y nueva; asumimos que es su primera cita, y constantemente esta tratando de salir por su timidez con los hombres. Su apariencia añade a nuestra percepción de su inocencia y juventud que, muy rápidamente, desaparecen.
Durante su relación cariñosa con Ignacio, vemos a Sira en vestidos de verde y azul, reflejando el amor inofensivo y simpleza que tienen los dos. Hay un cambio noticiable al primer encuentro con su próximo novio, Ramiro. En la tienda de las máquinas de escribir, Sira mirarse en un espejo, ruborizándose y ajustando las medias para ser mas atractivo cuando, como destino, entra el hermoso Ramiro. A su próxima encuentra con él, cuando él la traiga a un café, la vemos a Sira muy diferentemente—esta vestida en rojo brillante, un símbolo de la mujer como objeto sexual. Después, empieza a usar maquillaje y vestirse en ropa mas cara, y vemos su cambio a fuera y dentro mientras trata de asuntos mas maduros.
Todos estos detalles de ropa y apariencia añaden a nuestra percepción del desarrollo de Sira como personaje y, además, vemos la sexualización de una mujer como resultado de la atención masculina.