El parte final de San Manuel Bueno, Mártir transmite las ideas importantes de la espiritualidad y la fe. La manera en que don Manuel se murió tiene sentido en las alusiones religiosos del resto de la novela. Cuando habló con Angela antes de su muerte, le dijo un cuento de la Biblia cuando Moisés va a dirigir las israelitas al tierra prometa. don Manuel hizo un lección más antes de su muerte y afirmó la fe para toda la gente del pueblo. Al final, dijo que vio la cara de Dios, y por eso murió con la religión y la fe, pero no puede ir a la vida eternal. Dijo que
“Como Moisés, he conocido el Señor, nuestro supremo ensueño, cara a cara y ya sabes que dice la Escritura que el que le ve la cara de Dios… se muere sin remedio y para siempre.”
La importancia es que murió como un símbolo de la religión en frente de todos sus seguidores, pero sufre porque no tenía la fe para siempre.
La manera en que Lazaro se murió es importante también. Es interesante porque aunque Lazaro no tenía fe en la religión, don Manuel era como un religión para él. Después del muerto de don Manuel, la vida para Lazaro no tenía otro sentido y después Lazaro se murió también. De este manera, Lazaro es como seguidor de Moisés, porque aunque no tenía fe al principio, era leal a don Manuel y se convirtió en un hombre con creencias fuertes, que no podía vivir sin su líder.
La novela termina con un cambia de narradores de Angela a Unamuno. La cambia da importancia a la historia, como una historia que muestra la poder de la religión para todos, en vez de solo una historia de un individúo en un pueblo pequeño.
de Unamuno, Miguel. San Manuel Bueno, Mártir.