El poema, “Mujer Negra,” de Nancy Morejón hace hincapié en las experiencias de los africanos en Cuba desde la esclavitud con unas estrofas en orden temporal hasta el siglo XVI. Obviamente, una mujer no puede vivir por siglos, por eso, la voz poética, el “yo,” simboliza una voz colectiva de todas las mujeres negras que vivieron durante el tiempo de la esclavitud hasta la Revolución cubana. En este manera, el título de su poema es también la voz del poema.
Me interesan las líneas solitarias porque, como consecuencia de su soltería, tienen mucho poder y significancia. Solo hay cinco de estas líneas: “Me rebelé” (11), “Anduve” (15), “Me sublevé” (22), “Me fui al monte” (32), y “bajé de la Sierra” (38). En estas líneas, la voz poética es responsible para iniciar sus acciones; es una decisión suya. Además, estos verbos son de acción y de resistencia. Esto está en contraste con las primeras estrofas donde la mujer es tratada como si no fuera humana como “Me dejaron” (7), “trabajé como una bestia”(8), “padecí” (16), y “toqué la sangre” (23). Es fascinante que Morejón explique lo que las mujeres negras sufren pero no describe cómo lograron la libertad, aparte de términos metafóricos. Creo que esta decisión representa que la importancia no es como ellas se rebelaron pero es el hecho que se rebelaron contra el racismo y el sexismo, contra una opresión doble.
Creo que las montanas en Cuba son símbolos de la independencia. Por eso, “me fui al monte” significa más libertad y, por lo tanto, “bajé de la Sierra” significa que regresa para luchar por lo que cree, “para acabar con capitales y usureros” (39), una acción muy valiente.
Estas líneas cuentan la historia de las mujeres negras en Cuba a través de sus acciones. Usualmente, la historia de esclavitud está contando con las leyes y las acciones malas de los blancos. El poema de Morejón ofrece una perspectiva nueva que da atención a las mujeres y sus acciones.
Morejón, Nancy. “Mujer Negra.”