Críticos han considerado el género de Don Quijote porque de la originalidad suya durante su época literaria en el Siglo de Oro. Eisenberg escribe que el obra de Cervantes parece “una cosa desde el presente, y algo distinto cuando se examina en su propio contexto” (1). La modernidad de estilo de escribir en Don Quijote nos reta pensar otra vez en lo que califica un género. Cervantes mezcló los géneros de la literatura (por ejemplo, la expedición romántica, la tragedia, y la comedia) con invenciones, como el uso de títulos para los capítulos.
Eisenberg dice que Don Quijote “no podía ser ni una novela ni un romance” porque su personaje mayor no refleja las características del caballero tradicional (1). En eso, el personaje representa el poder y papel del autor para hacer decisiones y romper lo convencional. Cervantes describe su libro como es una verdadera historia—pero, asumimos que es fingido porque no hay archivos para confirmar la leyenda de Don Quijote (3). Por eso, Eisenberg piense que Cervantes usó su obra para representar un hombre “normal” debajo de la influencia de los confines de la caballerosidad. Don Quijote se burla de etiqueta en cuanto a los caballeros tradicionales en la literatura, como en las leyendas de Camelot que eran populares por siglos antes Don Quijote y en los cuentos de Chaucer o Spenser. Mejor dicho, puede calificar el libro con las parodias—pero no es una comedia porque de su complejidad (4-5).
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La literatura: Eisenberg. “Capitulo III: El género de Don Quijote.” Print. 1-5.
Palabra de honor: mkh, 15 feb.