En este poema, por Bécquer, que se llama “Rima XI”, parece que hay muchas voces en esta obra. Específicamente, hay tres mujeres y un hombre. El hombre puede representar todos los hombres quienes están buscando una mujer para amar. Bécquer utiliza el paralelismo entre las estrofas para demostrar el proceso de encontrar un amante que está repetido muchas veces con éxito mínimo. El tono de este poema refleja las frustraciones de la búsqueda con la línea repetida que dice ella no está lo que él busca. Es interesante ver la yuxtaposición de las dos primeras estrofas con la estrofa final. La estrofa final dice,
-Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz;
soy incorpórea, soy intangible:
no puedo amarte.
-¡Oh, ven; ven tú!
Estos versos refleja el mensaje del poema que los hombres
están buscando un amor impossible. Puede ver eso en la primera línea y con el uso de las palabras como la “fantasma”, “intangible, y “incorpórea”. También las primeras estrofas ofrecen algo al hombre en busca como “dichas sin fin” (o la felicidad) o la pasión, pero en el fin el protagonista quiere al mujer que no existe y “no puedo amarte”.
Bécquer usa muchos recursos literarios como la metáfora (“yo soy un sueño) y el antítesis (“no puedo amarte/¡Oh, ven; ven tú!”) para mostrar la realidad de amor en el mundo. En contraste a otros poemas, esa obra es tan facíl entender y leer. Usa palabras públicos, que todos sin la educación pueden comprender. En otras palabras, este poema es tan literal. El lector no necesita trabajar muy duro para comprender esta obra. Bécquer simplemente ofrece una vista entre el proceso del pensamiento encima del mente de los hombres.