“Y vive tanto en mis sueños, Y ahonda tanto en mi carne, que a veces pienso si el cisne con sus dos alas fugaces, sus raros ojos humanos y el rojo pico quemante, es solo un cisne en mi lago o es en mi vida un amante…”
En este pasaje, Agustini usa el cisne como metáfora para un amante que no puede tener. El narrador o la narradora del poema compara el cisne a un humano, posiblemente un amante del pasado. Además, el orador personifica el cisne para representar un humano. Cisnes son pájaros muy lindos y casi perfectos; entonces, este pájaro representa un amante. Generalmente, a la empieza de una relación nueva, vemos el otro persona como perfección, aunque es posible que no son. Agustini hace precisamente esto en su poema. Comparando el cisne a un amante demuestra la perfección percibido de un amante. En comparación, cisnes no son pájaros ni simpáticos ni buenos; solo son bellos. Por eso, podemos inferir que aunque los amantes pueden ser “perfectos” al exterior, en realidad, pueden ser humanos horribles o no compatibles con nosotros.
Agustini afirma que el cisne ha hecho una marca en ella, y que ahora ella no puede olvidarse al cisne. Los dos primeras líneas demuestra esta emoción. Estas líneas perfectamente demuestran como una persona siente cuando está enamorado. Generalmente, cuando pensamos en el amor nuevo, no podemos dormir porque estamos pensando en esta persona, y tampoco podemos pensar en nada más que el otro persona. Unos pueden decir que estas emociones solo ocurren cuando una persona tiene deseo, no amor real para otra persona. En mi opinión, estas emociones no salen aunque uno ha realizado que sus emociones son más que el deseo. Por esto, creo que Agustini usa el cisne como un símbolo para el amor en su poema.
Dos cisnes formando una corazón para demostrar el amor.
Referencias:
“El cisne” por Delmira Agustini
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