En su cuento, San Manuel Bueno, mártir, Miguel de Unamuno escribió sobre un tema que él luchaba con en su propia vida: la cuestión de la mortalidad humana y la tensión entre razón y fe. En el cuento, Unamuno utiliza tantas alusiones de la Biblia para establecer una conexión entre Don Manuel y Jesucristo. Al principio, Don Manuel da sus sermones cerca de una montaña, similar a Jesucristo en uno de sus sermones más conocidos, el Sermón de la Montaña. También él refiere a Angela como una “corderilla,” y Jesucristo fue un pastor. Además, cuando Don Manuel sabe que va a morir, deja seis tablas para la aldea, como los diez mandamientos Dios dejó a sus seguidores. Junto con los ejemplos específicos en el texto, la forma del cuento en total es como la estructura de la Biblia. En el cuento, Angela está escribiendo una carta, describiendo la historia de Don Manuel. En el Nuevo Testamento, los cuatro apóstoles (Matthew, Mark, Luke, y John) escribieron cartas sobre la vida y trabajos de Jesucristo. Con todas estas alusiones, Unamuno desarrolló una conexión fuerte entre Don Manuel y Jesucristo.
Aunque Don Manuel no tiene las mismas creencias como Jesucristo o no murió para absolver nuestros pecadores, él todavía es un salvador en cierto sentido. Don Manuel da esperanza a una aleda en que necesita algo para creer. Sin embargo, él cambia las vidas de Angela y Lázaro en una manera giganta. Con sus opiniones honestas, cambia sus perspectivas y les enseña el significado de “Hay que vivir”. Don Manuel no fue Jesucristo, pero trajo un montón de buena a la aldea de Valverde de Lucrena.
de Unamuno, Miguel. San Manuel Bueno, Mártir.