En su artículo “Ética y Liminaridad en San Manuel Bueno, mártir,” Gorka Bilbao-Terreros analiza la novela corta de Miguel de Unamuno en la luz de la filosofía de Søren Kierkegaard. Bilbao-Terreros centra su argumento en las tres etapas del desarrollo personal kierkegaardianos, “que denomina estética, ética y teológica o religiosa” (Bilbao-Terreros 245). La etapa ética — que se caracteriza por “la capacidad para la elección personal y el marcado carácter social” (246) — tiene un significado especial, según Bilbao-Terreros, en estudiar el personaje de Don Manuel. En mi juicio, el dinamismo y el conflicto de Don Manuel viene de su postura ambigua entre las etapas 2 y 3: su crisis personal es un resultado del conflicto entre su dedicación ética a la gente del pueblo y su propia duda en relación al mundo espiritual y al Dios.
En este pasaje de Bilbao-Terreros, que describe el hombre ético, me parece un claro paralelismo con el personaje del Don Manuel:
Esta preocupación por el presente y futuro convierte al hombre ético en un ser marcadamente social, ya que su propio bienestar y el de la sociedad se encuentran muy ligados. Acciones fundamentales como […] desarrollar una ocupación útil o tener algún tipo de responsabilidad civil o institucional son esenciales desde su punto de vista.
(246)
Para Don Manuel, su sacerdocio es su manera de ser un hombre ético en la sociedad del pueblo; como observa una Ángela embelesado: “¡Y cómo quería a [la gente del pueblo]! Su vida era arreglar matrimonios desavenidos, reducir a sus padres hijos indómitos o reducir los padres a sus hijos, y, sobre todo, consolar a los amargados y atediados y ayudar a todos a bien morir” (Unamuno 85).
Pero hay mucha tensión en esta relación con la gente. Como explica a Lázaro, don Manuel “le había venido trabajando […] para que se diese buen ejemplo, para que se incorporarse a la vida religiosa del pueblo, para que fingiese creer si no creía” (95). Así, en el Weltanshauung kierkegaardiano, Don Manuel está en crisis porque se ha quedado atascado entre vivir éticamente y vivir religiosamente. Su posición como sacerdote exacerba el problema utilitario — si quiere hacer el mayor bien para el mayor número de personas, necesita vivir una existencia religioso que es sólo una pretensión.
Citas
Bilbao-Terreros, Gorka. “Ética Y Liminaridad En San Manuel Bueno, Mártir: Una Lectura Kierkegaardiana.” Hispanic Review (2012): 243-64. Print.