El poema “Rima XI” por Bécquer muestra la ironía y la crueldad del amor. En cada estrofa, una mujer habla a la persona quien ella ama y pregunta a esta persona si la quiere. Luego, esta persona responde a ella y la dice si la quiere también, o si no la quiere. Esta repetición (de una mujer hablando y su amante respondiendo) es importante porque no hay nombres describiendo quien esta hablando (y además la voz poética no clarifica si el amante quien dice ‘”no” o “ven” es un hombre o una mujer). Entonces el paralelismo de la estructura sirve hacer el poema más comprensible. También, la repetición muestra que muchas personas luchan con amor no correspondido.
En las primeras dos estrofas, las mujeres dicen porque serían amantes buenas. Por ejemplo, en línea seis, la mujer dice “mi frente es pálida, mis trenzas de oro”; ella se describe como un angel, una descripción es muy idealista y probablemente exagerada, porque quiere que su amante se enamora de ella. Pero después de cada súplica de las dos mujeres, el amante responde que no quiere la mujer.
En la última estrofa, la mujer se describe en una manera más realista. Ella dice “Yo soy un sueño, un imposible […] soy intangible”. Pero irónicamente, esta descripción realista hace el amante responde más positiva; ahora él quiere esta mujer. Es interesante que el amante quiere la mujer que no se describe sus características, solo la quiere porque ella no es tangible. En esta manera, el amor es muy cruel porque todos los amantes no pueden obtener lo que quieren, y no quieren lo que pueden obtener.
Bécquer, Gustavo Adolfo. “Rima XI.”